SEMANA EUROPEA DE LA MOVILIDAD
septiembre 2005
El día sin coches, que podría ser una demostración práctica de los beneficios de dejar el coche en casa por un día, se ha convertido en una mera actividad lúdico-deportiva: vacía de contenido y de propuestas avanzadas.
Coincidiendo con el inicio de la Semana Europea de la Movilidad, se ha celebrado este año el Día de la Bicicleta, que ha reunido en las calles de Huesca a un buen número de usuarios. Nuestro colectivo tiene que lamentar, sin embargo, que se quede en eso la apuesta de nuestro ayuntamiento por la movilidad sostenible.
Planteada antes como una actividad deportiva que ambiental, guiada y controlada en todo momento por las fuerzas de seguridad, la marcha ciclista del día 18 no contribuye a la consideración de la bici como un estupendo medio de transporte, de enormes dinamismo y utilidad en la ciudad. Ahí reside el gran fallo, cuya consecuencia directa es la ausencia de esos cientos de ciclistas los 364 días restantes del año.
Para Ecologistas en Acción, el éxito o el fracaso del Día sin Coches es el resultado de las políticas de movilidad llevadas a cabo todos los días; cerrar un único día las calles a los coches no tiene ningún efecto sobre los hábitos de la ciudadanía: y son estos los que hay que cambiar, disuadiendo en la medida de lo posible el uso del coche, verdadero responsable de la congestión que padecen nuestras ciudades (¡incluso nuestra pequeña Huesca!).
Llevamos muchos años proponiendo nuestra colaboración al ayuntamiento para la redacción de un plan de movilidad alternativo al existente. Un plan que apostara por una ciudad cercana, sin ruidos, sin contaminación, sin coches, cohesionada por el transporte público, que favoreciese el transporte a pie y en bicicleta y cuyas calles fueran lugar de encuentro y comunicación y no de aparcamiento y paso de vehículos. En definitiva, una ciudad para vivir. Algo que sería enormemente fácil en esta Huesca nuestra, de distancias cortas y escasos desniveles.
Asistimos, no obstante, a una constante y pertinaz dinamización del tráfico rodado, que se traduce en la construcción de glorietas, de corredores varios, de aparcamientos tendentes a facilitar la movilidad de los coches. Un ayuntamiento que actúa así no puede aspirar a ser una "ciudad por el clima": antes bien todo lo contrario.
Hay que tener en cuenta que el tráfico automovilístico genera gran parte de nuestras emisiones de CO2: los célebres gases de efecto invernadero que destruyen la capa de ozono y contribuyen decisivamente al calentamiento de la atmósfera. Los efectos del cambio climático ya se están haciendo sentir en algunas zonas del planeta con catastróficas consecuencias (Indonesia, Estados Unidos...); en otras, como la nuestra, el calentamiento global ha contribuido a la sequía que ha agotado nuestras reservas de agua.
Por ello mismo, Ecologistas en Acción solicita de toda la ciudadanía una contribución personal a la defensa de nuesta atmósfera, al cuidado de nuestras ciudades. Dejad el coche en casa, salid andando o en bici, utilizad el autobús; sólo así recuperaremos lo que la sociedad mecanizada y de las prisas nos arrebató hace años: la vida de nuestras ciudades y el disfrute de nuestro tiempo.
martes, 22 de mayo de 2007
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