OPINIÓN INDEPENDIENTE (o "EL AFFAIRE QRITERIO").
Por Curro Domínguez.
Julio 2005
En un interesante título, "Trayectos", el crítico Ignacio Echevarría comenta las circunstancias en que se ha producido su despido de la sección de libros de El País. Al Sr. Echevarría no se le ocurrió otra cosa que escribir una crítica poco encomiable de la última novela de Bernardo Atxaga, publicada en una editorial propiedad del grupo empresarial que edita El País.
El "affaire Echevarría" motivó que varios profesionales de la crítica enviaran una carta a El País exigiendo el desarrollo de su profesión en libertad. Porque entienden que el periodismo de opinión sólo se puede ejercer desde la independencia y sin que medien injerencias empresariales. Es decir, sin que la información y la opinión se conviertan en mera publicidad indirecta.
Sin desear compararme con el Sr. Echevarría, a mí me pasó algo parecido con la revista zaragozana Qriterio Aragonés. Su actual director, Antonio Ibáñez, me encargó un reportaje sobre Pirineos Sur, cuyas premisas fueron completamente acordadas a priori: una visión crítica sobre las afecciones medioambientales del festival... Pues bien. Dicho reportaje, redactado en el respeto a lo acordado, fue finalmente rechazado con los siguientes argumentos: 1) "hay ciertos compromisos publicitarios importantes con la productora comercial del festival y con la DPH"; 2) "hay gente que ha entrado nueva en el Consejo de Administración que tiene ciertas relaciones con Pirineos Sur"; y 3) "ya sabes cuál es el problema del periodismo". O sea, que sólo un reportaje laudatorio habría sido aceptado tras el acuerdo publicitario con Pirineos Sur...
El problema de 'algún' periodismo es que opta por ponerse al servicio del mejor postor antes que ejercer su profesión desde la independencia. El inconveniente mayor de esto, que los espacios publicitarios no consiguen pagar, es que la credibilidad de lo publicado termina dañada, sin que el estigma de "vocero de su amo" desaparezca por completo. La independencia de Qriterio, tras esta injerencia empresarial, ha quedado seriamente dañada. ¿Quién va a confiar en que lo publicado en su revista a partir de ahora, Sr. Ibáñez, sea el fruto de una opinión libremente emitida y no mera publicidad encubierta?
Tengo otro artículo pactado con Qriterio para agosto sobre el turismo en Murillo de Gállego: ¿qué pasará si, finalmente, Riegos del Alto Aragón decide comprar un espacio publicitario? ¿Quieren apostar?
(Nota de Huesca-Info: Se reproduce íntegramente a continuación el artículo rechazado.)
DESARROLLO INSOSTENIBLE EN EL VALLE DE TENA
Conversación con Luis Calvo, director de Pirineos Sur
por Curro Domínguez
(publicado por Huesca Info-Digital el 14 de julio de 2005)
Pirineos Sur es, sin duda, el paradigma de los grandes festivales de vocación turística: gran presupuesto, dinamización de un área volcada en el turismo, larga trayectoria. En esta su 14ª edición (8-30 julio), Pirineos Sur sigue apostando por el afortunado Valle de Tena, donde se concentran las actividades promovidas por los poderes públicos: en verano, la música; en invierno, la nieve.
Sin que los niveles de impacto de una y otra actividades sean comparables (la ampliación de Formigal le ha valido a Sallent de Gállego su retirada de la Reserva de la Biosfera de la Unesco), sí que cabe preguntarse por el efecto que tienen sobre el medio ambiente tensino las 7.000 personas y hasta 1.500 coches que acceden al auditorio de Lanuza durante los 20 días de festival. Privilegiando el acceso en automóvil, la DPH hace poco creíble su implantación de la Agenda 21; una política de movilidad que poco tiene de sostenible y que contradice, asimismo, la aplicación del Protocolo de Kioto sostenida por el PSOE.
Para comentar estos y otros asuntos hablamos con Luis Calvo, técnico de cultura de la DPH y director artístico del Festival. Mimado por los políticos que sucesivamente han ocupado la responsabilidad del área (en la actualidad, la alcaldesa de Tardienta Mª Antonia Brusau, de desconocida relevancia en el mundo de la cultura), así como por su séquito de acríticos periodistas a sueldo, Calvo habla con la arrogancia de quien se cree elevado a un limbo de aplausos unánimes. Es un heredero de las maneras de hacer de la institución que le cobija, la DPH, de rancia tradición caciquil y su consiguiente opacidad administrativa -especialmente en Cultura: que le pregunten al Justicia de Aragón.
Caos circulatorio y ambiental
Para acceder al auditorio natural de Lanuza, centrado en un escenario flotante, hay que recorrer la pista que une la presa con la cola del embalse, ya en Sallent. Entre uno y otro punto se crea, en los días de máximo aforo, un enorme caos circulatorio de vehículos en busca de aparcamiento, que en muchos casos obliga al espectador a llegar con una o dos horas de antelación. Un esfuerzo de anticipación que no le evita, empero, caminar los casi 2 km. que separan el auditorio de ambos extremos del pantano.
Para un evento que tiene en el paisaje un importante complemento de su programación escénica, no parece que sea la atracción masiva de coches un sello de calidad ambiental del que enorgullecerse. Todo lo contrario. Luis Calvo se defiende: “Para la 15ª edición se van a tomar medidas especiales: desplazar el auditorio a 1.100 m. del pueblo de Sallent para incitar a que la gente haga el recorrido a pie. Además, el ayuntamiento va a iluminar el tramo para favorecer en lo posible el desplazamiento pedestre, así como habilitar nuevos aparcamientos”. Pero eso será para el 2006, ¿y mientras tanto?: “Debemos acostumbrar a la gente a que utilice el transporte público –dice Calvo-; el año pasado conseguimos que vinieran de Huesca y Zaragoza tres autobuses llenos”. O lo que es lo mismo: 150 personas sobre un aforo de unas 6.000.
Desde luego, es ésta una medida de escaso calado si tenemos en cuenta que la organización cuenta con ampliar hasta casi el doble el recinto del auditorio: de 6.000 a 11.000 m². La inmensa mayoría de espectadores seguirán desplazándose en sus vehículos privados, con lo que el caos circulatorio y la afección medioambiental estarán muy lejos de desaparecer.
Ecologistas en Acción-Huesca propuso a la dirección del festival la racionalización del tráfico. Según Pilar Vega, experta en gestión del transporte y colaboradora del colectivo conservacionista, con esta propuesta “se trata de permitir la accesibilidad de las personas que desean disfrutar de espectáculos masivos, pero aplicando medidas de racionalización del transporte a través de formas sostenibles de desplazamiento, al tiempo que se garantizan las suficientes medidas de evacuación".
La propuesta ecologista consiste, a grandes rasgos, en un recorrido circular de microbuses que movieran al público entre Sallent y el auditorio. A lo que Luis Calvo replica: “La compañía La Oscense hizo un estudio y necesitaríamos unos 15 autobuses. No se pueden imponer medidas demasiado arriesgadas sin que se den las condiciones; mientras tanto, es una locura hacerlo”. Y las medidas se limitan, por el momento, a la habilitación de nuevas áreas de aparcamiento por el ayuntamiento de Sallent: la cultura del automóvil no tiene visos de desaparecer, con un PSOE que apuesta, en lo estatal, por los 6.000 km de autovías del PEIT y, en lo local, por esta especie de “drive-in” que es Pirineos Sur.
Preguntado por las dimensiones del impacto automovilístico sobre el paisaje, Luis Calvo arguye que "es mucho menor que cualquier sábado del esquí”. Termina defendiendo el carácter móvil de sus instalaciones: “en cualquier momento se puede ir con un camión y quitarlas. Es ese un mínimo impacto ambiental a diferencia del esquí, que pone pilonas de 400 m³ de hormigón”.
Reubicación del festival y reparto territorial
Siendo móvil la naturaleza de las instalaciones de Pirineos Sur, ¿por qué no reubicarlo en otro valle pirenaico, tan necesitado como el de Tena de los parabienes del turismo cultural? Luis Calvo es tajante: “no se mueve de Lanuza. Podría ser una locura. Otros ensayos de traslado han demostrado que todos los proyectos no son intercambiables; el ejemplo de Aínsa, reconducido año tras año, demuestra que Lanuza funciona por condiciones que en otros sitios no se dan”.
Por otra parte, la fidelidad al escenario flotante hace imposible su traslado a cualquier otro pantano: sería necesario un embalse de cabecera en el que se garantice un nivel suficiente. “En Barasona no sería factible –dice Calvo- en caso de que hubiese necesidades hídricas en el Sur”. Sin embargo, podría plantearse el reequilibrio del territorio al margen de la dependencia pantanera, mediante la programación sobre un escenario “terrestre”. ¿O no?
Aun en ese caso, asegura Calvo que Graus y la Ribagorza (una vez desechada Jacetania por el volumen de su oferta cultural y turística) tampoco sería una reubicación factible por no cumplir con una serie de condiciones, imprescindibles para el técnico de la DPH, como son una importante capacidad hotelera (“si no fuera por Formigal nos pasaría como en Aínsa”) y las comunicaciones (“estamos a 68 km de Pau, zona de influencia, muy bien comunicados con el País Vasco -20% del público”).
Sin embargo, el festival “En la Línea”, celebrado recientemente en Fraga, incumple el requisito hotelero. “En Fraga, si bien no concentradas en la ciudad, hay unas 8.000 plazas hoteleras”. ¿Dónde?: en Mequinenza y Lérida capital, “desde donde se puede llegar por carretera convencional o por autopista” –añade Calvo. Curiosa defensa si se piensa que el dinero de los contribuyentes altoaragoneses sirve para dinamizar el tejido hotelero catalán.
El argumento se cae por su propio peso. Ribagorza, con o sin pantano de Barasona, debería cumplir las condiciones “técnicas” indispensables: amplia capacidad hotelera repartida entre Graus, Benabarre, los valles del Ésera y del Noguera y, sobre todo, Barbastro, a escasos 20 km. de la zona. Calvo replica que “no se puede organizar un festival de no sé qué porque puedes tener el boicot del público. Hay que contar con el apoyo de la sociedad civil”.
Por lo que cuenta el técnico, el apoyo de la sociedad “civil” en el caso del valle de Tena fue determinante. Entre 1990 y 1992, la Asociación Turística del Valle de Tena, que aglutina al 90% de los hosteleros del valle, inició gestiones para “convencer la Comisión de Cultura de la DPH de que se hiciera algo en su valle”. Los hosteleros, esa "sociedad civil” tan implicada en el desarrollo ciudadano, abonó en su día el 50% de las infraestructuras. “Su implicación -apuntilla Calvo- fue total; y es que lo complicado es convencer a la gente que está allí”.
Conclusión: la fórmula de Pirineos Sur es haber contado, a priori, con el apoyo de hosteleros y comerciantes. ¿Dónde está la capacidad de iniciativa autónoma de un órgano político-administrativo? ¿Dónde el modelo de sociedad y de desarrollo deseable en toda formación política con vocación de gobierno? Si a alguien se le ocurre pensar en reequilibrio territorial, que no cuente con nuestras autoridades, democráticamente elegidas, para efectuarlo. Las ventajas de que disfruta el valle de Tena se quedan allí, señoras y caballeros. ¿Qué tendrá el valle de Tena, los municipios de Sallent, Escarrilla, Biescas, Formigal, que no tengan otras zonas del Pirineo? ¿Promoción turística o promoción inmobiliaria? ¿Qué intereses esconde este inamovible evento turístico-cultural?
(Apoyo al margen:)
760.000 € = 125.000.000 pts
Pues ese es el presupuesto de Pirineos Sur para esta 14ª edición. Una cantidad financiada en un 35% por la DPH y con una aportación simbólica de 36.000 € de la DGA. El resto es sufragado mediante el concurso de espónsores privados y la venta de entradas. ¿Para beneficio de quién? De la hostelería (no lo olvidemos, promotores primigenios de la instalación definitiva en Lanuza) y, como ya viene siendo habitual en estas tierras, del mercado inmobiliario, que ha conocido un incremento exponencial de sus réditos en el valle del Gállego.
Ciento veinticinco millones de las antiguas pesetas con las que, sin duda alguna, podrían sufragarse la carencia de recursos tanto humanos como materiales de que, en sanidad y educación, adolece toda el área pirenaica. O en sentar las bases de un nuevo modelo económico que, en lugar de apostar por el turismo como única industria posible, abogara por la diversificación y el respeto al medio ambiente –que es, para nuestro turístico Aragón, la gallina de los huevos de oro.
Inmovilismo, desequilibrio territorial, falta de voluntad política: esta es la realidad de la cultura del espectáculo sufragada con fondos públicos, que hace de las artes y de la creatividad humanas una enorme cortina tras la cual se juegan suculentos beneficios económicos. La cultura es, sin ningún lugar a dudas, fuente de riqueza –tal y como se discutió en un reciente simposio en la ciudad de Huesca. Pero, ¿para quién? ¿para qué agentes culturales? ¿para los músicos aragoneses?
Pirineos Sur no suscribe el Manifiesto llamado “del 1x1” propuesto por músicos aragoneses durante el festival “En la Línea”. Un manifiesto que reivindica que, en Aragón, se programe a un grupo o artista aragonés por cada otro venido de fuera. Luis Calvo opina al respecto: ”Porcentajes aplicados a los programas conducirían a que festivales como este no se puedan hacer y a que cinco aragoneses menos actúen este año”. Se refiere a los Gitanos de Aragón, a Makumba Beat y a Couscous Party, de repetida presencia en el festival. Los dos primeros están representados por un amigo de Calvo; los últimos, liderados por otro amigo, a la sazón crítico musical en un par de medios aragoneses. Quien a buen árbol se arrima...
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