COHETERA SAS

COHETERA SAS

Publicado en: Heraldo de Huesca (26/01/06: "Santos y herejes")
Diario del Altoaragón (27/01/06: "Concejala cohetera")

Señora concejala de Fiestas: ¡vale ya de cohetes, por favor!
No sé qué le dan los de Pirotecnia Oscense para que contrate sus servicios una y otra vez: Reyes Magos de Oriente, fiestas de San Vicente ... Cualquier ocasión le parece a usted buena para llenarnos la cabeza de petardos y el aire de pólvora.
Lo más curioso de todo esto, aparte del contenido pirotécnico, es que esos castillos de fuegos conmemoran festividades religiosas. ¿Dónde queda la vocación laica (o aconfesional si se prefiere, como reza nuestra Constitución) del partido de izquierdas que gobierna nuestro municipio?
El mismo partido que en Madrid ha defendido a capa y espada que la práctica religiosa se circunscriba al templo y a lo privado, resulta que en Huesca nos hace una constante, decidida y cara profesión de fe. Y eso no es un simple "tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española", como indica la Constitución en su artículo 16: antes bien es puro proselitismo, catecismo y afán misionero. El PSOE oscense parece un partido democristiano antes que una formación de izquierdas, progresista y de talante plural.
Cualquiera me responderá que todas esas celebraciones han perdido gran parte de su significado religioso para explotar sus componentes profano y lúdico-festivo. Pero no debería corresponder a nuestras autoridades alentar ciertas creencias metafísicas entre la ciudadanía: el reino de nuestros ediles sí es de este mundo, y nada les compete la celebración, loa y glosa de la vida de los santos -que pertenece antes bien al ámbito de lo privado.
Como en otros asuntos, nuestra rancia clase política quiere regir también en nuestra conciencias, como un modo más de conseguir el preciado voto que les asegure la poltrona municipal. A mí me cabrea, además, que se gasten tan libre y alegremente mi dinero (el que todos les confiamos para su mejor uso) en asuntos religiosos; es uno de los inconvenientes, como señala el periodista Arcadi Espada, de dejar la gestión de las tradiciones en manos de los políticos y no de los poetas: lo manipulan todo con cargo a los presupuestos públicos.
Así que, señora Sas: deje de tocarnos las neuronas con sus cohetitos y dedíquese a celebrar cosas que reúnan a esta sociedad cada vez más plural -en lugar de dividirla en santos y herejes. ¿Acaso no era el propósito electoral de nuestro alcalde "gobernar para todos y todas"? A los hechos debemos remitirnos.