FIESTAS DA SANTIAGO

Julio de 2005

(no enviado)

Malditas noches de estas fiestas del barrio de Santiago, en que el barullo de las casetas de feria rivaliza con el estruendo del baile pachanguero. Malditas noches en que uno llega a casa esperando encontrar tranquilidad y ha de sufrir el machaqueo de 3 o 4 canciones del verano a todo volumen en las cercanas atracciones. Compadezo a los vecinos de Santo Cristo de los Milagros nº XX: con las ferias frente a sus ventanas, no imagino cómo se les pondrán los nervios cuando esas 3 o 4 canciones suenen todas a la vez, a cuál más fuerte para atraer a los usuarios -cuatro gatos- cuya presencia parece justificar este dislate, aderezadas por las agudas sirenas de las barracas. La locura, vaya.
Fiestas del barrio de Santiago: idénticas a las del barrio de al lado, con quienes compiten en ruido y presupuesto. Todos los barrios copiando el mismo modelo: charanga, caldereta, barracas de feria: a todo volumen. Ruido y más ruido para mayor abandono de conciencias: distracción.
Organizadas por la Asociación de Vecinos del Barrio. Sabemos quién les ha dado el permiso, pero, ¿quién les ha dado la autoridad, quién la licencia para alterar la tranquilidad del barrio con unas actividades programadas a su propios gusto y medida? Las AadeVV no son órganos elegidos por vecinos y vecinas, sino tan sólo por una parte -por lo que ni son democráticos ni expresión del sentir de un barrio. Y, por consiguiente, ningún derecho tienen a decidir por la totalidad, pues no representan más que a sí mismas.
Organizadores de las fiestas de Santiago: a mí nadie me preguntó si me molestaba que me instalasen las ferias y el baile tan cerca de casa; nadie me preguntó si me apetecía acompañar mi insomnio con el son de "La Bomba" o de "El Reggaetón". La próxima vez pregunten, investiguen, tanteen la verdadera vida del barrio -que no se reduce a los componentes de su Junta Directiva. Tal vez consigan así que no les piten los oídos a la mañana siguiente de cada baile.