Publicado en aragondigital.es el 19.01.2008
Publicado en Diario del Altoaragón el sábado 25.01.2008
Fernando Elboj ha asumido una doble responsabilidad ante la ciudadanía oscense: como alcalde y como concejal de urbanismo. Y ahora resulta que aparece como nº 2 en las listas al Senado por la provincia de Huesca. Lo mismo que la concejal Marta Gastón, nº 2 en la lista del congreso. Viendo los resultados habituales en nuestra provincia, es de imaginar que los dos ediles consigan sus respectivos escaños, con lo cual ocurrirá una de dos cosas: o dejarán de atender sus responsabilidades en Madrid como parlamentarios, o en Huesca como concejales. Lo más seguro es que se produzcan ambas.
Lo único cierto hasta ahora es que Huesca había puesto su confianza en esas dos personas para que trabajasen por la ciudad hasta 2011; esa confianza va a ser traicionada, pues esos concejales anteponen su ambición dentro del partido a sus responsabilidades en el ayuntamiento.
Porque la ciudadanía confió en Elboj para que siguiera dirigiendo el municipio otros cuatro años; no la puso en Luis Felipe, ni en Germán Sanromán, que serán presumiblemente quienes asuman el cargo de alcalde. Lo de los socialistas Elboj y Gastón es, simple y llanamente, una traición a su electorado: a la confianza puesta en ellos, a los mensajes elctorales, al concepto mismo de democracia representativa.
Pongamos que, como en el caso de las elecciones locales, Elboj y Gastón sólo fueran un gancho para atraerse los votos: serán sus suplentes quienes vayan a Madrid. Es decir, más alcaldes, un presidente comarcal (Enrique Campos, Sobrarbe) y otro diputacional y (Antonio Cosculluela, DPH) que asumieron la confianza puesta por la ciudadanía y que ahora ellos vuelven se juegan a los dados.
Lo único cierto hasta ahora es que Huesca había puesto su confianza en esas dos personas para que trabajasen por la ciudad hasta 2011; esa confianza va a ser traicionada, pues esos concejales anteponen su ambición dentro del partido a sus responsabilidades en el ayuntamiento.
Porque la ciudadanía confió en Elboj para que siguiera dirigiendo el municipio otros cuatro años; no la puso en Luis Felipe, ni en Germán Sanromán, que serán presumiblemente quienes asuman el cargo de alcalde. Lo de los socialistas Elboj y Gastón es, simple y llanamente, una traición a su electorado: a la confianza puesta en ellos, a los mensajes elctorales, al concepto mismo de democracia representativa.
Pongamos que, como en el caso de las elecciones locales, Elboj y Gastón sólo fueran un gancho para atraerse los votos: serán sus suplentes quienes vayan a Madrid. Es decir, más alcaldes, un presidente comarcal (Enrique Campos, Sobrarbe) y otro diputacional y (Antonio Cosculluela, DPH) que asumieron la confianza puesta por la ciudadanía y que ahora ellos vuelven se juegan a los dados.
En fin, que nuestros socialistas hacen lo que les da la gana con tal de trepar; y poco les importa que en su día se comprometieran a trabajar por sus municipios.
¿Qué tendrá Madrid, que todos se quieren ir? O ¿qué no tiene Huesca?: pues no sólo se nos va la industria; ¡hasta los políticos ahuecan el ala!
¿Qué tendrá Madrid, que todos se quieren ir? O ¿qué no tiene Huesca?: pues no sólo se nos va la industria; ¡hasta los políticos ahuecan el ala!
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