Hay
distintas maneras de entrar en un bosque. Hay quienes lo hacen con
curiosidad naturalista y consideran a los árboles como pequeños
templos del gran santuario que es la floresta. L@s hay que entran en
los bosques con ánimo terapéutico y buscan en el contacto con los
árboles un privilegiado canal energético, sosiego para sus mentes y
hasta mejoras en su flujo sanguíneo. Para ellos y ellas, cada árbol
es un ser acogedor, venerable, sabio y digno de especial
consideración. Hay quienes, por último, encuentran en el bosque un
ambiente mágico en cuyo silencio podrían vivir duendes y dríades
–muestra de esa veneración que nuestros antepasados sentían por
los árboles.
Y
hay quienes, como la DPH, entran en los bosques como quien accede a
un campo de fútbol o a un auditorio: en masa, a pisotear la obra de
la naturaleza, a invadir lo salvaje con los gritos y risas
habituales. En suma, a molestar a los organismos residentes del
bosque.
Ya
el año pasado, un tal Nacho
Arantegui
organizó en el Betato una actividad lúdico-recreativa y
alevosamente
nocturna con la que llenó el bosque de gente ávida de las mismas
emociones de un “escape room”. El organizador, residente
artístico del Espacio Portalet, demostró con esa actividad su
escasa sensibilidad naturalista.
Ahora
bien, de la DPH, que lleva más de 15 años concediendo el Premio
“Félix de Azara” a quienes destacan en la “defensa y mejora
del medio ambiente”, se podía esperar mayor sensibilidad que la
demostrada al programar una actuación del SONNA en el hayedo del
Betato.
Miguel
Gracia (PSOE), presidente de la DPH, anunció que el objetivo de
SONNA era impulsar la hostelería mediante conciertos en “paisajes
idílicos”, “espacios naturales caracterizados por una especial
relevancia paisajística o patrimonial”... ¡Qué mal casan esos
objetivos crematísticos con la “defensa y mejora del medio
ambiente” que premia la institución provincial! ¡Qué difícil es
atribuir la más mínima sensibilidad ambiental a quien instala un
auditorio en un bosque cerrado! ¿Es Miguel Gracia o son sus técnicos
quienes carecen del espíritu conservacionista del “Félix de
Azara”?
Dudo
mucho de que algunos de los premiados con el galardón
conservacionista (Fundación para la conservación del
Quebrantahuesos, el Instituto Pirenaico de Ecología, el Fondo de
Amigos del Buitre, Ecologistas en Acción, la Coordinadora
Biscarrués-Mallos de Riglos y hasta el malogrado agente forestal
David Gómez Samitier) contemplen con buenos ojos semejante dislate
“cultural”. ¿Será que los técnicos de la DPH carecen del
elemento ambientalista de los galardonados y asesoran equivocadamente
al presidente provincial?
Ya
en los '60 el téorico Manuel Sacristán alertaba de la falta de
conciencia medioambiental de las fuerzas de izquierda, exclusivamente
centradas en el discurso obrerista. 50 años después, el PSOE parece
centrado únicamente en el discurso hostelero gracias a actuaciones
como ésta –con las que, les recuerdo, pretenden llenar de gente,
coches y molestias espacios tan sensibles como el Betato, las bordas
de Viadós (Gistaín) y el ibón de Asnos (¡a casi 2.000 m de
altitud!).
Hay
quien asegura que “Betato” equivale a 'secreto, prohibido' (cf.
'vedado'), ya que las brujas solían reunirse allí a celebrar sus
aquelarres. Haciendo honor a su significado, las autoridades
competentes deberían 'prohibir' ese concierto (y los de Asnos y
Viadós) y, al tiempo, sancionar debidamente a Escó, Pesqué o
Javierre (PSOE) por propiciar atentados ecológicos.
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